Materias primas, otros aprovisionamientos, costos de personal,
servicios exteriores, amortizaciones, costes financieros,
provisiones, etc.
Costo directo: aquél que se
puede repartir objetivamente entre los distintos productos, ya
que se sabe con total precisión en que medida cada uno de ellos es
responsable de haber incurrido en este costo.
Por
ejemplo, si
una empresa fabrica refrescos y galletas, el costo de las
botellas es un costo directo de los refrescos (las galletas no
se suelen embotellar).
Si
esta empresa tiene una máquina dedicada exclusivamente a
empaquetar galletas, el costo de esta máquina (su amortización)
es un costo directo imputable a las galletas.
Coste indirecto: aquél que
no se puede repartir objetivamente entre los diversos productos,
ya que no se conoce en que medida cada uno de ellos es responsable
del mismo. Para poder distribuirlo habrá que establecer
previamente algún criterio de reparto, más o menos lógico.
Por
ejemplo, en
la empresa anterior el consumo eléctrico se debe tanto a la
fabricación de refrescos como a la de galletas. Para poder
distribuir este costo entre dichos productos habrá que
establecer algún criterio de reparto (por ejemplo, horas de
funcionamiento de cada línea de producción).
El
alquiler de la nave industrial (en la que se elaboran ambos
productos) también es un costo indirecto. También habrá que
establecer algún criterio de reparto (por ejemplo, porcentaje de
la superficie de la nave dedicada a cada actividad).
Por cierto, si la empresa utilizara distintas naves para
fabricar cada producto, el alquiler de cada una de ellas sería
en este caso un costo directo (se asignaría al producto que en
ella se fabrique).
La empresa es
libre de establecer los criterios de distribución que considere
oportuno, con el único requisito de que sean criterios lógicos
(guarden relación con la generación del costo que se va a
distribuir).
Por ejemplo, en el caso del
alquiler de la nave industrial en la que se elaboran ambos
productos, parece preferible utilizar como criterio de reparto
el porcentaje de superficie dedicada a cada actividad, antes
que, por ejemplo, el % que sobre el total de las ventas de la
empresa representa cada producto.
La empresa podrá
establecer criterios de reparto diferentes para los diversos
costos indirectos:
Por ejemplo,
el costo del alquiler en función de la superficie ocupada; el
costo de electricidad en función del número de horas de
funcionamiento de cada línea de producción; el salario de los
vendedores en función del volumen de ventas de cada producto o
del número de clientes, etc.
Los costos serán
directos o indirectos dependiendo del tipo de compañía, de la
actividad que realice, de cómo esté organizada. Puede ocurrir
que un costo sea directo para una empresa e indirecto para otra, y
viceversa:
Ya
hemos señalado en el ejemplo
anterior que
si la empresa utiliza naves industriales diferentes para cada
producto, este costo deja de ser indirecto y pasa a ser un costo
directo.
También, el que
un costo sea directo o indirecto puede depender de los sistemas de
medición y control que tenga la empresa:
En
la empresa del ejemplo hemos calificado el consumo eléctrico
como un costo indirecto. Sin embargo, si cada línea de
producción dispusiese de un contador de consumo eléctrico se
podría saber con exactitud que parte de este gasto corresponde a
la fabricación de refrescos y que parte a la de galletas, en
cuyo pasaría a ser un costo directo.