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La salud financiera es tan importante como la salud física. Así como para la segunda existe la medicina, para la primera existe la planeación financiera personal.

Muchos piensan en la calidad de vida como una constante que permanecerá por siempre. Lo cierto es que el no tener claridad de sus necesidades y objetivos puede llevar a decisiones financieras con consecuencias tan críticas como la disminución en la calidad de vida, la desprotección total de aquellas personas que queremos o inclusive una situación de insolvencia insostenible.

La complejidad del mundo actual, la rapidez con que cambian las tendencias y la escasez de tiempo llevan a que los seres humanos dediquen la mayor parte de su tiempo a decisiones del día a día sin medir las consecuencias que puedan tener estas en el futuro. Las personas no miden el impacto de decisiones tan simples y cotidianas como la compra de una vivienda, cuando cambiar de trabajo, que monto de dinero ahorrar o donde invertir el dinero.
El dejar el futuro financiero en manos de los acontecimientos futuros inciertos e impredecibles, es el equivalente a manejar en una autopista con los ojos cerrados.

Cuando se trata de construir un futuro financiero seguro, de alcanzar la calidad de vida deseada o de obtener aquello con lo que siempre se ha soñado, es necesario un plan.
Una evaluación adecuada del presente incluyendo la forma misma con la que se toman decisiones de tipo financiero, el prever las necesidades y objetivos de la familia y el diseño de estrategias adecuadas para alcanzarlas, hacen parte de lo que se conoce como la planeación financiera individual.

Consulte a su Financial Planner para un diagnóstico y creación de un plan financiero ajustado a sus necesidades y condiciones particulares.